Sana distancia: cosas por aprender
Ahora que se ha puesto de moda la sana distancia para cuidarnos, se hace evidente algo que muchas veces debemos de pensar en otras circunstancias: A veces, la mejor manera de cuidarnos es alejarnos de aquellas personas que nos hacen daño.
¿Has notado que muchas veces la relación con determinadas personas es muy conflictiva mientras que con otras es más sencilla? Cuando eso ocurre, claro, le echamos la culpa a las personas con las que tenemos más conflicto. Pero, lo curioso es que, a su vez, esas personas también tienen relaciones más sencillas con otras personas y entonces ellas creen que somos nosotros los culpables. Entonces, ¿quién tiene la culpa realmente?
La respuesta está en la interacción mutua.
Nosotros tenemos una manera de ser y hacer. Los otros tienen otra. Cuando nos juntamos, se hace una nueva manera que surge de la interacción con los otros y eso, a veces, combina muy bien y, otras, combina pésimo.
Una de las cosas que tenemos que aprender es que, a pesar de tener nuestra propia personalidad, cuando nos reunimos con otros, reaccionamos. Interactuamos. Y eso crea una nueva manera de ser cuando estamos con otros. Por eso es que podemos ser de distintas maneras de acuerdo con la o las personas con las que estamos.
Cuando hablamos de toxicidad, aunque todos ponemos de nuestra parte, no son las personas en sí mismas, sino las relaciones las que se hacen tóxicas. Porque la forma en que interactuamos genera ese proceso: lo que nosotros hacemos, cómo reaccionamos; lo que el otro hace y cómo reacciona.
Y sí, muchas veces, lo más sano es la distancia.
Tenemos que aprender con qué tipo de personas nuestra propia forma de ser se relaciona de mejor manera. Para eso, hay que seguir buscando y encontrado, probando e intentando.
Pero también tenemos que estar dispuestos a encontrar personas distintas, con otras formas de ser y pensar y actuar porque, si seguimos buscando personas del mismo tipo, la probabilidad de tener el mismo resultado es muy alta.
Todos tenemos formas distintas de ser, si encontramos a las personas que más se acomodan a la nuestra, desde su propia forma de ser, la vida se hace mucho más sencilla para todos.
Pero, si nuestra forma de ser genera conflicto con la forma de ser del otro, lo más sano es la distancia.
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