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Mostrando las entradas de octubre, 2019

No me gusta nada

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Entre el drama de no tener idea, entre que somos millenial y eso es sinónimo de drama y entre que todo mundo está #%# con que ya tendríamos que saber lo que queremos de la vida, acabamos diciendo que no nos gusta nada. Pero como después del drama de todos modos nos van a seguir molestando, habrá que decidir algo tarde o temprano, así que hay que empezar por algún lado. Entre toda la tragedia, hay algunas buenas noticias. Las carreras están divididas por áreas y eso significa que están divididas por gustos y habilidades. Así que el principio es elegir un área que tenga que ver con nuestros gustos, habilidades y personalidad.  O sea, si no te gusta ensuciarte los zapatos, ¿qué carajo haces de ingeniero agrónomo? O si no te gustan las oficinas, ¿para qué diablos estudias administración? Y si te dan miedo las agujas, ¿cómo vas a poder andar picándole a la gente?

Esto me huele a incompetencia

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Si te contamos todo esto es porque, además de que Juanito quería que se supiera su historia (no basada en hechos reales), queremos hacerte entender que, cuando decimos que no somos buenos en algo, tenemos que saber las razones por las que lo decimos y, generalmente, tiene que ver con una mala experiencia significativa. Así que el primer paso, del segundo paso, es comprobar si de verdad no eres bueno o solo es porque alguien más lo dice.  Tampoco se trata de insistir cuando hay razones obvias. La historia de Beethoven, que era músico y sordo a la vez, es no es la más común (además tiene mucho de leyenda: la sordera de Beethoven llegó cuando ya era un gran músico). Y eso nos lleva al siguiente secreto. Saber lo que te cuesta más trabajo. Juanito, no solo vivió engañado pensando que no era bueno con los idiomas, también se engañó a sí mismo queriendo ser músico. Aprendió a tocar guitarra (mal) y se puso a componer canciones (también en francés). Solo había un p...

El amor es el mejor incentivo para aprender

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Muchos años después, Juanito, que ya sabemos que era un estúpido para los idionas, se enamoró, perdidamente, de una chica que podría ser perfecta si no tuviera un terrible defecto: Ella era francesa y los y las francesas, como se sabe, hablan francés.  Entonces Juanito, que ya estaba muy enamorado, aunque sabía que fracasaría, porque él era un estúpido para los idiomas , trató de aprender un poco. Sí, sí; lo que hace uno por amor. En muy pocas semanas, Juanito, que ya no era Juanito sino todo un Don Juan, llegó con la chica de sus sueños y le dijo: “ Bonjour, mademoiselle: Je suis tellement amoureux de toi”. Y ella sonrió complacida.  La historia de amor que sigue no es asunto de este blog (y estamos en horario familiar) 😊 .                    Así, Juanito aprendió las siguientes cosas: 1)       No era un estúpido para los idiomas (ni estúpido en general). 2) ...

Consejos para ser un@ estúpid@ en la vida.

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Juanito llegó de una pequeña ciudad a una más grande. En la primera, no había clases de inglés. Así que Juanito no tenía fucking idea de qué significaba pencil , pen , ni mucho menos hen .  En la nueva ciudad, Juanito llegó para cursar sexto de primaria y, como en esa escuela el inglés era una materia obligatoria desde primero, todos los estudiantes ya tenían alguna idea de will, has/have, would y otras cosas semejantes.  Juanito no tenía ni fucking idea de toda esa shit .  Sus compañeros se burlaban de él, in english of course , y la teacher , que era very smart, aunque Juanito no se enamoró de ella, como a veces pasa con las maestras de inglés, lo comprendió desde el principio : Johnny was a stupid boy . Juanito aprendió que era un estúpido para los idiomas y, durante años, evitó cualquier cosa que tuviera que ver con eso: music, movies, anything. ¿Acaso Juanito estará condenado a ser estúpido para siempre? ¿Repro...

¡Mamá, mi herman@ es un@ buen@ para nada!

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Si en la lista de las cosas que no te gustan hay alguna en la que eres bueno, aunque no te guste, ponle un asterisco; no está demás darle una ojeada luego. Así que aquí están los dos primeros pasos:  1) elimina lo que no te gusta   2) lo que te gusta ordénalo según tus capacidades. Si sigues pensando que no eres bueno en nada, dinos. Conocemos excelentes terapeutas.  También acortamos el camino si nos ayudas a identificar a la o a las personas que te han dicho que eres un bueno para nada. Les podemos ayudar a identificar sus propios traumas o, mejor aún: estudia psicología. Tienes clientela asegurada 😊 .   El escritor Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, contaba en su autobiografía que oyó decir a unos amigos suyos: "Ah, ese Gabo, es un bueno para nada". Pero si, a pesar de ser del club de los buenos para nada, te quieres dar una oportunidad, sigue leyendo, que ahora tus habilidades se pueden convertir ...

Alcen la mano los #$%&/ felices

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Algun@s pueden decir cosas como: soy muy alegre, soy muy sociable, soy buen@ escuchando a las personas. Otr@s, en cambio, pueden decir lo contrario: soy muy seri@, no me gusta hablar mucho, prefiero que nadie me pregunte. Todas esas cosas son parte de nuestra personalidad y pueden determinar cosas a las que te puedes dedicar y ambientes de trabajo en los que te gustaría estar más que en otros. Así que la lista de tus habilidades también incluye las de tus menores habilidades de acuerdo a tu personalidad. Aunque puedes desarrollar todas, te será más fácil desarrollar aquellas en las que tienes mayor potencial.  No existen las personalidades negativas, solo personas que no están en el lugar adecuado.

La diferencia entre ya llegué y casi...

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Dijimos que, con tiempo, podemos aprender casi cualquier cosa; esto quiere decir que no hay cosas que no puedas hacer, sino que algunas te llevarán más tiempo. Así que el truco está en saber en qué, de tu larga lista de sueños, eres mejor; es decir: qué habilidades tienes que te hacen aprender y hacer algo mejor y más rápido que la mayoría. El talento no es otra cosa que poder hacer algo mejor y en menor tiempo que la mayoría de las personas. Así que cuando alguien te pregunte en qué eres talentoso, piensa en eso que sabes y puedes hacer con menor esfuerzo que otros.

Aquí nomás, procrastinando en lo que se me prende el foco

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Ser historiador tiene muy poco qué ver con aprender fechas y ser matemático con mucho más que resolver binomios. Ambas materias tienen algo en común: Desde su perspectiva, cada una trata de entender al mundo y ofrecer soluciones. Que te guste algo no necesariamente te hace ser bueno en ello. Pero , si te parece que no eres bueno aprendiendo fechas o pasando los exámenes de Mate, pregúntate si no será culpa de un mal maestr@. Cuando decimos que no somos buenos en algo, solo queremos decir que nos cuesta más trabajo. La mayoría de las cosas las podemos aprender. Con mucho tiempo de esfuerzo y dedicación puedes volverte bastante bueno en casi cualquier cosa.  ¿Cuánto tiempo estás dispuesto/a a dedicar para volverte bueno en algo? ¿Estás dispuesto/a a dejar a tu familia o a tus amigos o dejar de procrastinar o a desaparecer del mundo por años para que descubran al nuevo (y talentoso) tú?

Cosas en las que (no) eres bueno

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Ya sé. Ya sé. En este punto, alguno de ustedes están pensando: Qué sad, yo no soy bueno en nada.  Lloriquea un poco, tienes derecho a hacerlo, y después sigue leyendo: Lo difícil es saber en qué.  Lo primero es eliminar lo que no te gusta. Después hay que ordenar la lista de cosas que te gustan en el orden de lo que te resulta más fácil de hacer.

Prefiero decir que no me gusta a confesar que no tengo idea

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Otra razón típica por la que decimos que algo no nos gusta es porque no tenemos ni idea de qué va la cosa y es más fácil decir que no nos gusta a investigar un poquito.  Si esa es la razón, te perdonamos.  A todos nos pasa no tener idea de algo, pero, cuando lo descubrimos, nos puede resultar fascinante. Así que ya te hemos dicho el primer secreto para tomar una buena decisión, pero ya sabemos que eso no es suficiente, así que aquí va el siguiente paso: Te lo decimos el lunes...  ¡Buen fin de semana!

Qué culpa tienen las matemáticas

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Tristemente, muchas, pero muchas, veces, cuando no te guste una materia es por culpa de un mal maestro que te hace la vida tan difícil que terminas por creer que odias la Historia o las Matemáticas.  Así que no te confundas: Odiar al profesor de Historia o de Matemáticas no necesariamente significa que odies esas materias. Aunque, como dijimos, ya sabemos que eso condiciona muchas cosas. Sin embargo, pregúntate sinceramente por qué no te gusta lo que dices que no te gusta. Tal vez te lleves una sorpresa.  Por cierto, esa regla también aplica a la inversa: Que estés enamorado de tu maestra de inglés hace que creas que tu vocación es estudiar idiomas y viajar por el mundo (con ella) .   No obstante, lo sentimos: no todas las y los maestros de inglés son tan carismáticos ni saber tres idiomas hace que automáticamente aparezca en tu mail un boleto de avión para recorrer Europa (con ella). Si lo que no te gusta (y lo que t...