¡Mamá, mi herman@ es un@ buen@ para nada!

Si en la lista de las cosas que no te gustan hay alguna en la que eres bueno, aunque no te guste, ponle un asterisco; no está demás darle una ojeada luego.



Así que aquí están los dos primeros pasos: 

1) elimina lo que no te gusta  

2) lo que te gusta ordénalo según tus capacidades.




Si sigues pensando que no eres bueno en nada, dinos. Conocemos excelentes terapeutas. 






También acortamos el camino si nos ayudas a identificar a la o a las personas que te han dicho que eres un bueno para nada. Les podemos ayudar a identificar sus propios traumas o, mejor aún: estudia psicología. Tienes clientela asegurada 😊.
 El escritor Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, contaba en su autobiografía que oyó decir a unos amigos suyos: "Ah, ese Gabo, es un bueno para nada".




Pero si, a pesar de ser del club de los buenos para nada, te quieres dar una oportunidad, sigue leyendo, que ahora tus habilidades se pueden convertir en áreas de estudio.

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