Amar no es sufrir: consejos para un amor bonito.

Gracias a las películas, las canciones, las novelas, los amigos, nuestros padres, muchas veces, relacionamos el amor con el dolor, la pérdida, el sufrimiento.  Y eso nos hace creer que para amar a alguien tenemos que pasar por todo eso. Y nos condiciona.

Frases como: "morir de amor", "amar es sufrir" o "amar duele" hacen que much@s de nosotr@s aprendamos que es normal que el amor conlleve sufrimiento. Infortunadamente, aunque todo eso ocurre muchas veces, es porque lo hemos aprendido y estamos condicionad@s para ello. 

¿Cuántas veces has notado que te llevabas mejor con alguien cuando solo eran amig@s pero cuando empiezan una relación de pareja todo se vuelve un desastre?

 ¿De veras cambiamos tanto solo por cambiar el título de la relación?

Lo que nos ha ocurrido es que creemos, consciente o inconscientemente, que debemos actuar diferente. Y entonces todo se transforma en conflicto. Sin embargo, podemos aprender otras formas de querer que conviertan las lágrimas en risas, el amor en vida, el sufrimiento en placer.

En contra de lo que hemos aprendido, el amor no se trata de conflicto, sino de coincidencia; entre más coincidencias tengas, menos conflictos tendrás. Tampoco se trata una persecución, sino de correspondencia; es siempre mejor querer a personas que nos quieren como queremos que nos quieran. Nadie es el premio de nadie, así que no se trata de pérdidas y fracasos, sino de que cada día estar con alguien nos haga sentir bien y disfrutar el momento con la persona que queremos y que nos quiere.


Se trata de emocionarnos, no de desilusionarnos
Se trata de sentir cosas que disfrutamos, no que padecemos.
Se trata de sentirnos acompañados, no sufrir en solitario
Cuando nos sentimos solos, más bien es porque estamos mal acompañados. Eso significa que necesitamos una mejor compañía.

No sufras. Disfruta.
Amar a alguien puede ser bonito... Tendría que ser bonito.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

5 consejos para elegir una carrera de acuerdo con el campo de trabajo

Sacrificio vs Placer: los mitos de la alta competencia.