Home office: 3 cosas que debes saber para el trabajo en casa

Las condiciones actuales han acelerado el proceso de tener que trabajar, estudiar, realizar actividades desde casa. Sin embargo, cada día será una práctica más cotidiana que nos hace realizar tareas sin tener que ir a una oficina o a un lugar específico para realizar nuestro trabajo.

Esto tiene muchas ventajas.

Por ejemplo, no tener que transportarte largas distancias, lo cual reduciría el tiempo que dedicas a ello y, además, ayudará a reducir el tráfico de las ciudades. También puede reducir costos de transporte y alimentación, si te ves obligado a comer fuera. Además, te permite cierta flexibilidad en tus horarios, pues de lo que se trata es de cumplir tareas específicas más que de cumplir un horario.

Pero eso también genera algunos problemas, especialmente para aprender a reorganizar el tiempo y el espacio de trabajo y cumplir con tus tareas de manera eficiente.

Aquí te damos algunos consejos para aprender a organizar tu trabajo desde casa.

1. Hazte un espacio de trabajo. La ventaja de trabajar fuera de casa era tener separado el espacio de trabajo de tu vida personal. Esto no ha cambiado. Se trata de crear un espacio de trabajo adecuado con tus necesidades y en donde puedas realizar tus tareas de manera cómoda. Aunque puede sonar atractivo, trabajar desde tu cama es una idea malísima, porque alarga el tiempo de la realización de una tarea y, al mismo tiempo, no te deja descansar realmente. Por lo que es mejor y más eficiente crear tu propio espacio de trabajo. Un lugar de la casa designado para trabajar. Así, puedes mantener cierta distancia entre tu lugar de trabajo y el resto de la casa. Eso, además de que te permite tener todo lo que necesitas para trabajar en un mismo espacio, también te ayuda a organizar tu tiempo.

2. El horario puede ser más flexible, ¡pero es obligatorio! El espacio de trabajo también exige tiempo de trabajo. Ese tiempo que, igual que en la oficina, designas para realizar tareas específicas. Esto significa que no es para nada recomendable tratar de realizar una tarea al mismo tiempo que estás preocupad@ por sacar a pasear al perro, cuidando que no se queme la comida o viendo las últimas imágenes en instagram. La mejor forma de realizar una tarea es concentrarte en ella. Eso hace que la termines más rápido. Tal vez eso sea lo más difícil del trabajo en casa, pero, si aprendes a distribuir tu tiempo, descubrirás que puede ser un paraíso.

3. El hábito sí hace al monje. Crear tu propio espacio y especificar tus horarios, también significa crear una estrategia definida para lograr objetivos concretos. Y, para eso, se necesita crear hábitos. Cosas que debes hacer cada día, sin excusa ni pretexto, y que, de tanto hacerlas, ocurran de manera natural. ¿Te ha pasado que aunque quieres seguir durmiendo en domingo te despiertas a la misma hora que el resto de la semana? Esto es porque tu cuerpo ya está acostumbrado a ello. Los hábitos se tratan justo de eso: acostumbrarte a hacer algo tan cotidianamente que ya no requiere ningún esfuerzo. Esto es lo que más tiempo toma, pero, cuando lo consigues, habrás descubierto el secreto de aprender a lograr objetivos sin que nadie te persiga y sin que tengas que sufrir demasiado por ello.

El trabajo en casa puede ser una excelente manera de trabajar, siempre que aprendamos a realizar nuestras tareas cotidianas. Lamentablemente, esto también tiene sus desventajas, especialmente, el riesgo de dedicar más horas de las necesarias por no saber organizarnos y diferenciar el tiempo y el espacio de trabajo de todo lo demás.

Tal vez, lo más lamentable sea que trabajar en casa reduce nuestras posibilidades de socialización, pero, si nos organizamos realmente, podríamos tener mucho más tiempo para encontrarnos "fuera de las horas de trabajo".

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