El amor y los sueños no se persiguen, se construyen: consejos para dejar de perseguir al amor

Hemos aprendido a idealizar a las personas, pero, al mismo tiempo, a minimizarnos a nosotr@s mismos. Como si nuestro propio valor dependiera de otr@ u otr@s.

Pensar que una persona es mejor que nosotros es también pensar exactamente lo contrario: que nosotros somos peor que ellos.

Esa idea nos hace creer que acercarnos a una persona es una especie de premio que no merecemos. Si piensas eso, estás destinado al fracaso, porque será una competencia que tarde o temprano perderás.

Estar con una persona no es un premio por el que hay que luchar, porque las relaciones tampoco tienen que ser una batalla constante.Se trata de estar con personas que nos quieren, respetan y admiran por lo que somos, sin tener que demostrar nada más que eso
No te confundas. Demostrar que quieres a una persona no significa demostrar que te merece, es mostrar que te importa del mismo modo en que debes importarle

No se trata de pelear por una persona. Se trata de disfrutar el momento que compartes con ella. Esa es la razón por la que estamos juntos.

Aunque hemos aprendido que "debemos perseguir nuestros sueños", los sueños no se persiguen ni los alcanzamos mágicamente un día. Los sueños son aquello que nos marca hacia donde deseamos caminar. Pero si no disfrutas de ese camino, tarde o temprano vas a abandonarlo porque te agotará continuar sufriendo por algo que, en vez de acercarse, parece alejarse cada día más. Por eso, disfrutar el camino es muy importante.

Con las relaciones es exactamente lo mismo. Si para lograr estar con alguien tienes que sufrir tanto, entonces dejarás de disfrutar cada detalle de la vida cotidiana. Como con los sueños, el amor no se persigue, se construye. Y se construye con aquellas personas que están dispuestas a construirlo a tu lado. 

Es construir un camino para caminarlo juntos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

5 consejos para elegir una carrera de acuerdo con el campo de trabajo

Sacrificio vs Placer: los mitos de la alta competencia.

Amar no es sufrir: consejos para un amor bonito.