Cómo ahorrar facilmente
Todos tenemos grandes proyectos y grandes sueños, desde algo que necesitamos o hasta un viaje o un proyecto de negocio. Sin embargo, la mayoría de nosotros no tenemos suficiente dinero para lograrlo.
Sabemos que ahorrar es la mejor manera pero, ¿cómo hacemos eso si tenemos pocos ingresos?
Lo importante es comprender que los grandes proyectos se construyen de acciones continuas y constantes.
No se trata de ahorrar grandes cantidades, sino de ahorrar poco, pero continuamente. Eso suele ser más efectivo.
Normalmente, la gente dice cosas como: "voy a ahorrar todo lo que reciba el próximo mes" o "todo lo que gane en los fines de semana será destinado para...",
pero eso, la mayoría de las veces no se cumple porque tenemos gastos cotidianos, compras, pagos por realizar, etc., que hacen que tengas que ceder todo, o la mayor parte de lo ganado, en esas cosas necesarias y tu expectativa no se cumpla y tengas que esperar una nueva oportunidad para hacerlo y acabes por pensar: ahorrar es imposible, y termines por abandonar la idea.
La estrategia más simple es ahorrar una pequeña porción diaria que no sea significativa ni que implique sacrificios excesivos. Puedes ahorrar lo equivalente al precio de un viaje en transporte público o a una propina para alguien en la calle o lo que cuesta una golosina. Al principio parecerá poco en comparación a lo que necesitas para tu gran proyecto, pero si no dejas de hacerlo, te sorprendería cuánto se puede acumular con el paso del tiempo.
La segunda estrategia es un poco más compleja: ahorro diario incrementado. Es decir: empieza el primer día con 1 peso, el segundo con 2, el tercero con 4, el cuarto con 8. Se trata de duplicar la cantidad del día anterior. El límite siempre es que no represente un sacrificio excesivo. Al llegar a un tope, vuelve a empezar: 1,2,4,8... Es un ahorro en ciclos. En este ejemplo, cada ciclo habrás ahorrado 15 en total. Aunque esta estrategia es más complicada, bien manejada suele dar grandes resultados.
La tercera es por porcentaje. Es la más común, pero también requiere una mayor pericia. Designar un porcentaje fijo de tu ingreso total para el ahorro, como si fuera un gasto más. Como en los casos anteriores, se trata de un porcentaje que no implique un sacrificio muy alto, de lo contrario terminarás por gastarlo para cubrir tus demás necesidades. Se recomienda que sea entre el 1 y el 10% de tu ingreso.
Hoy en día, hay muchas aplicaciones bancarias o financieras que te ayudan a hacerlo más fácil, con un sistema de apartados automáticos que transfieren la cantidad que tu hayas designado de antemano para tales fines. El proceso automatizado lo hace más fácil para ti y te ayuda a establecer un hábito.
Lo más importante para lograr resultados es que se vuelva eso: un hábito.
Los verdaderos resultados se obtienen a largo plazo, pero, si no empiezas ahora, ¿cuándo?
Inténtalo y cuéntanos cómo te va.
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